La nueva interconexión permitirá unir los sistemas eléctricos de Tenerife y La Gomera, aumentando su tamaño y mejorando la seguridad, fiabilidad y garantía del suministro. 
Así, el proyecto promovido por Red Eléctrica, e incluido en Planificación Eléctrica 2021-2026, contribuirá de forma decisiva a la transformación del sistema eléctrico canario en un sistema más eficiente y sostenible mediante la integración de renovables y la reducción de los costes globales de generación. 

Gracias a este nuevo enlace, La Gomera será capaz de generar e integrar un contingente renovable superior a la demanda total de la isla, permitiendo reducir la dependencia de la Central Térmica de El Palmar y mejorando la calidad de suministro de la isla.
 

Por otro lado, el sistema de Tenerife podrá integrar el excedente de generación renovable de La Gomera, reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles y contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

El proyecto supone, por tanto, un paso firme en el proceso de transición ecológica en Canarias, que tiene por objetivo la descarbonización total de su economía en el año 2040, diez años antes de los objetivos marcados por Europa.

El proyecto: innovación para un desafío récord, de impacto reducido

El eje consta de una línea de doble circuito de 66 kV, con un tramo submarino de 36 km y dos tramos terrestres completamente soterrados en ambos extremos, que unirán la futura subestación eléctrica de Chío (Tenerife) con la nueva subestación eléctrica de El Palmar de La Gomera (La Gomera).

Se trata del enlace submarino en alterna más profundo del mundo, por lo que ha requerido de un diseño del cable adaptado y reforzado con materiales ligeros capaces de soportar los exigentes requerimientos mecánicos del entorno en el que irá instalado el cable y del propio proceso de instalación que se hará a 1.145 m de profundidad.

Por otro lado, por su longitud y complejidad técnica, la llegada del cable a tierra en ambas islas ha supuesto un reto tecnológico y ambiental, para asegurar la protección de la biodiversidad de las aguas, dada la naturaleza singular de los suelos volcánicos, muy heterogéneos. Para ello, se ha recurrido a la técnica de perforación dirigida, que introduce el cable en el mar a través de un micro túnel con salida a cientos de metros de la costa, anulando cualquier afección a las comunidades biológicas del tramo de perforación de la costa.

Por su parte, el trazado terrestre de la interconexión ha sido diseñado con el fin de minimizar el impacto paisajístico y de asegurar la máxima protección de la vegetación y de la fauna en las zonas por las que transcurre su recorrido, buscando soluciones técnicas respetuosas con el entorno.

Se trata, por tanto, de una infraestructura que materializa la apuesta firme y decidida de Canarias por convertirse en un referente en la transición ecológica de nuestro de país, avanzando en la independencia energética de las islas y consolidando la seguridad y la calidad del suministro.

Un nuevo proyecto que, junto a Salto de Chira o el enlace entre Lanzarote y Fuerteventura, hace tangible, una vez más, el compromiso de Red Eléctrica con el progreso económico y social de Canarias.