Red Eléctrica ha presentado esta mañana el proyecto de interconexión eléctrica Península-Ceuta a la corporación municipal de San Roque, en una reunión a la que estaba invitados los vecinos de Puente Mayorga, ecologistas y otros grupos de interés que finalmente han declinado asistir al encuentro. Durante la reunión, la presidenta de Redeia (grupo al que pertenece Red Eléctrica), Beatriz Corredor, ha atendido de primera mano las dudas e inquietudes del pleno del Ayuntamiento y ha reiterado, una vez más, la disposición de la compañía al diálogo y la colaboración para convertir el proyecto en una oportunidad de mejora y desarrollo para el municipio y sus vecinos.

“Agradecemos enormemente al alcalde y a la corporación su disposición a escuchar y dialogar y siento que los vecinos no hayan querido hacerlo. Respeto absolutamente sus opiniones, pero hoy hemos venido hasta San Roque para escucharlos, conocer sus preocupaciones y explicarles que el proyecto desde el punto de vista de la seguridad y salud es inocuo, para que conozcan cómo se va a desarrollar y cómo puede mejorar el entorno y la vida de los vecinos”, explica Corredor. Y añade, “Red Eléctrica está a disposición del municipio para seguir avanzando y colaborando. La fase de información pública de proyecto sigue abierta y, por tanto, todas las personas que lo consideren necesario pueden hacer alegaciones. Las escucharemos y analizaremos para tomar decisiones que mejoren aún más el proyecto”.

El proyecto plantea el uso de infraestructuras ya existentes como la subestación eléctrica Algeciras (en San Roque), puesta en servicio en 1970, y evita la instalación de hasta ocho apoyos (torres eléctricas) en el término municipal, al soterrar la totalidad de la línea eléctrica. Además, estará equipado con tecnología de vanguardia y las máximas garantías de seguridad. De hecho, todos los estudios llevados a cabo garantizan que el mayor nivel del campo electromagnético alrededor de la futura instalación es de 32 microteslas, una cifra muy inferior a los 100 microteslas que marca la normativa e, incluso, inferior a los 50 que emite el campo terrestre.

Se trata de una infraestructura estratégica para el país, incluido en la Planificación Eléctrica 2021-2026 y aprobado por el Gobierno de España, que busca terminar con el aislamiento energético de la ciudad autónoma, y dotarla de las mismas condiciones de suministro eléctrico y estabilidad que el resto de los ciudadanos españoles.

El proyecto, que prevé una inversión aproximada de 221 millones de euros, contribuirá a la descarbonización del Estrecho de Gibraltar, una de las zonas más afectadas por las consecuencias del cambio climático. De esta manera, su puesta en funcionamiento evitará la emisión de 300 kt de CO2 al año. Además, atiende a criterios de eficiencia económica. Se estima que su puesta en funcionamiento permitirá un ahorro de 30 millones de euros anuales para el sistema eléctrico nacional, lo que se traduce en un beneficio para la región andaluza y sus consumidores.

Un trazado integrado en el entorno

El enlace Península-Ceuta se ha diseñado para lograr la máxima integración en el entorno, con la menor afección a los ecosistemas terrestres y marinos y al patrimonio cultural de la zona. Así, se han seguido, en todo momento, los más estrictos criterios de sostenibilidad ambiental, económica y social.

Se opta por un trazado soterrado y submarino que rodea los principales núcleos de población y que aprovecha al máximo las infraestructuras existentes, siguiendo uno de los principios rectores de la Planificación eléctrica. En este sentido, el proyecto contempla la ampliación de la funcionalidad, no de su dimensión, de la subestación existente Algeciras 220 kV situada en el polo industrial de San Roque e integrada en un espacio con instalaciones e infraestructuras de usos similares. Esta se unirá mediante un cable subterráneo, a un nuevo parque de transformación, que, al igual que la subestación existente, estará equipado con tecnología de vanguardia y las máximas garantías de seguridad, con un diseño compatible y respetuoso con los proyectos urbanísticos que se promueven en la zona. Y es que, al ir encapsulada dentro del edificio, la superficie edificada es de escasamente 534 m2 reduciéndose en un 84% la necesidad de espacio.