El Grupo Red Eléctrica ha comunicado hoy la información financiera relativa a los nueve primeros meses de 2020, periodo en el que el beneficio de la compañía ha alcanzado los 507 millones de euros.

En su rol de transportista único y operador del sistema y a pesar de la gravedad de la crisis sanitaria de la COVID-19 y de la situación que vive actualmente nuestro país, Red Eléctrica continúa garantizando el suministro de electricidad con un fuerte compromiso con la transición energética y los objetivos de descarbonización de la economía marcados a nivel europeo. Así, de enero a septiembre de 2020, la generación de origen renovable se ha incrementado un 16,3% respecto al mismo periodo del año anterior. El 43,2% de toda la electricidad producida en España hasta septiembre fue de origen renovable en un contexto de ralentización de la actividad económica en el que la demanda de energía eléctrica nacional ha descendido un 6,6%.

Los resultados del ejercicio están reflejando una serie de acontecimientos de especial relevancia. En primer lugar, destacan los aspectos regulatorios que afectan a las actividades de transporte y operación del sistema en España, por los que la tasa de retribución de los activos de transporte ha pasado del 6,5% al 6%. Asimismo, se aplica una nueva metodología de retribución al Operador del Sistema. Además, este año se incorpora por primera vez a Hispasat al perímetro del Grupo, cuya adquisición culminó en octubre del año pasado y también se incluyen dos trimestres completos de Argo. Todos estos elementos hacen que la cifra de negocio se haya situado en los 1.466 millones de euros, un 0,8% inferior a la del mismo periodo de 2019.

La compañía ha logrado en estos primeros nueve meses de 2020 un resultado bruto de explotación (EBITDA) de 1.155 millones de euros, cifra similar a la del ejercicio precedente, y cuya evolución refleja los importantes esfuerzos que están realizando en materia de contención del gasto. En este EBITDA se recogen las aportaciones a resultados de las empresas consolidadas con el método de equivalencia, como la chilena TEN, la brasileña Argo y la filial de satélites Hisdesat.

El incremento experimentado por las amortizaciones, por la incorporación de nuevos negocios, ha hecho que el resultado al tercer trimestre haya sido de 507 millones de euros, un 4,2% inferior al del año pasado.



Por su parte, las inversiones realizadas por el Grupo se han elevado hasta los 677 millones de euros, un 45,7 % más que en 2019, incremento motivado principalmente por la adquisición del 50% de Argo, cuya compra se formalizó el pasado 26 de marzo, así como por las inversiones en la red de transporte en España.

El Consejo de Administración celebrado ayer aprobó la distribución de un dividendo a cuenta de 0,2727 euros por acción con cargo a los resultados de 2020, cifra igual a la distribuida el año pasado. El pago se realizará el próximo 7 de enero de 2021.

Propuestas para una recuperación verde

Consciente del contexto nacional e internacional desatado por la crisis sanitaria de la COVID-19, Red Eléctrica está realizando propuestas en favor de la reactivación económica enfocadas a contribuir al cumplimiento de los objetivos que contempla el Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PNRR), cuyo adelanto presentó el Gobierno de España el pasado 7 de octubre y que se basa en cuatro ejes transversales: transición ecológica; transformación digital; igualdad de género, y cohesión social y territorial.

El primero de estos ejes, el de transición ecológica, se encuentra íntimamente alineado con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que marca unos objetivos y compromisos ambiciosos para 2030 en cuanto a reducción de emisiones, participación de renovables en el consumo final y eficiencia energética. En este sentido, Red Eléctrica tiene enfocada su actividad y sus recursos en la realización de las inversiones necesarias que permitan, dentro de su ámbito de actuación, hacer posible dicha transición.

En este sentido, las propuestas planteadas por Red Eléctrica se centran en la integración de las energías renovables y el cumplimiento de los objetivos del PNIEC, en la innovación y en la digitalización de las redes, en la conservación y aumento de la biodiversidad, en el desarrollo de las nuevas tecnologías y en el incremento de la cobertura en el ámbito de las telecomunicaciones.

Estas propuestas, además de contribuir a la transición ecológica, actuarán como catalizadores de la economía, ya que facilitarán el desarrollo de inversiones adicionales en el entorno eléctrico y tendrán un efecto multiplicador sobre la economía nacional, ya que están basadas, principalmente, en suministradores y servicios locales, lo que permitirá fortalecer el tejido industrial, acelerar su crecimiento y mejorar su competitividad.