Conectamos ecosistemas y hábitats en el territorio

La red de transporte de Red Eléctrica es una herramienta que contribuye a revertir la pérdida de biodiversidad vinculando territorios y aumentando la densidad de flora y fauna.

Las líneas de la red de transporte que conectan nuestro sistema eléctrico son garantía de suministro eléctrico, pero también proporcionan un lugar abierto y seguro para diferentes especies de flora y fauna.

17/02/2025

Esta es una de las principales conclusiones del proyecto Naturaleza en Red, que desarrollamos desde 2020 junto a la Universidad Autónoma de Barcelona y la asociación Bulfavent para investigar el uso que hace la biodiversidad de las líneas eléctricas.

El trabajo concluye que nuestras instalaciones funcionan como corredores de flora y fauna, que contribuyen a componer un mosaico discontinuo de refugios para las especies de espacios abiertos y que se convierten así en islas de biodiversidad vitales para conectar ecosistemas.

Otro de los hallazgos de los investigadores destaca que la red de transporte incrementa la densidad de especies e incluso bajo nuestras líneas en Cataluña se ha descubierto la presencia de colonias de mariposa hormiguera, en peligro de extinción en numerosas zonas. De hecho, en Cataluña su distribución está restringida a Pirineos y algunas otras localidades concretas, así como en algunos prados de siega.

Tras su declive poblacional están múltiples causas, pero entre ellas cobran especial relevancia los cambios de usos de suelo y las modificaciones del hábitat provocadas por el ser humano. En concreto, la disminución de los usos ganaderos tradicionales ha provocado un crecimiento del matorral y la expansión del bosque, y esto, unido a la fragmentación de su hábitat está provocando la desaparición de las poblaciones de especies.

“Este estudio ofrece una nueva visión de las zonas con gestión forestal bajo el tendido eléctrico, que permite mantener y gestionar especies polinizadoras y flora singular”, explica la profesora del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y Ecología de la UAB Ana Morton.

Los resultados de este estudio financiado por Redeia facilita la evaluación de la riqueza y abundancia de fauna y flora concentrada en estos espacios; la presencia de especies amenazadas y el efecto de las líneas como puntos calientes de biodiversidad. Además, los resultados ayudarán a gestionar las especies más vulnerables para favorecer su conservación y dispersión.

“Esta colaboración científica permite demostrar que las líneas eléctricas se comportan como corredores de biodiversidad, creando espacios y oportunidades para la fauna y la vegetación. Son ‘oasis’ que proporcionan refugio y alimento a una fauna muy variada. Así, bajo los tendidos de las líneas eléctricas muchas especies se desplazan por el territorio. De hecho, la red de transporte de energía eléctrica en España podría llegar a conectar el 60% de los espacios de la Red Natura 2000”, afirma Antonio Calvo Roy, director de Sostenibilidad de Redeia.

Un espacio con gestión de la vegetación que se convierte en un verdadero aliado de la adaptación al cambio climático y de los esfuerzos para frenar la pérdida de biodiversidad.

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