X Aniversario de Inelfe

REE y RTE invertirán 1.750 millones de euros en la interconexión por el golfo de Vizcaya

08/11/2018
  • Según los presidentes de Red Eléctrica de España (REE) y Réseau de Transport d’Électricité (RTE), Jordi Sevilla y François Brottes, "las interconexiones son como autopistas de la electricidad a través de los países y continentes y transforman las renovables en energías nómadas, con capacidad para ser instaladas allí donde su inversión es más rentable".
  • Sus beneficios son múltiples: mayor integración de renovables, incremento de la eficiencia, estabilidad y garantía de suministro, entre otros.
  • Inelfe es la sociedad constituida entre ambas compañías que trabaja para el impulso, construcción y puesta en servicio de las interconexiones eléctricas entre ambos países.
  • En la actualidad, se está trabajando en un enlace submarino por el golfo de Vizcaya cuya puesta en servicio está prevista para el 2025.
     

Red Eléctrica de España y Réseau de Transport d’Électricité invertirán 1.750 millones de euros en la interconexión por el golfo de Vizcaya. Según los presidentes de ambas compañías, Jordi Sevilla y François Brottes, “las interconexiones son un pilar fundamental de la transición energética y de un modelo económico bajo en emisiones”. Esta apuesta firme de Francia y España por un mercado único e interconectado se ha puesto de manifiesto hoy durante la celebración del X Aniversario de Inelfe, la sociedad constituida entre ambas empresas para el impulso y construcción de las interconexiones eléctricas entre ambos países.

Tras la puesta en servicio en el 2015 de la línea subterránea Santa Llogaia-Baixas por los Pirineos orientales, en la actualidad se está trabajando en un enlace submarino a través del golfo de Vizcaya para el año 2025, que supondrá una inversión total de 1.750 millones de euros y que ha contado con una subvención de la Unión Europea de 578 millones.

Está previsto que la interconexión del golfo de Vizcaya aporte un ahorro en costes variables de generación de 394 millones de euros al año, un ahorro en emisiones de CO2 de 3,2 millones de toneladas anuales y la integración de 4.322 gigavatios-hora de energías renovables en el sistema al año.

El desarrollo de nuevas interconexiones internacionales es esencial para alcanzar el objetivo vinculante de energías renovables del 32% fijado por la Unión Europea para el 2030. A mayor capacidad de interconexión entre países miembros, mayor integración de la generación renovable y, por tanto, mayor descarbonización. De esta manera, se podría, por ejemplo, poner a disposición de todos los ciudadanos europeos la generación eólica procedente del Mar del Norte o la solar del sur de Europa. Por otra parte, su impulso promoverá inversiones más eficientes en renovables, lo que reducirá la generación procedente de tecnologías convencionales y la dependencia de combustibles fósiles.

Según ambos presidentes, “las interconexiones internacionales no solo aumentan el tamaño de los sistemas eléctricos nacionales, otorgándoles estabilidad y  seguridad de suministro, también reducen las necesidades de potencia instalada, moderan los precios de la electricidad y evitan vertidos de generación de renovables”. Y añaden: “actúan como auténticas autopistas de la electricidad a través de países y los continentes y transforman las renovables en energías nómadas, con capacidad para ser instaladas en los mejores emplazamientos, allí donde su inversión puede ser más rentable”.

España, una ‘isla eléctrica’ cada vez más interconectada

Los proyectos de interconexión eléctrica con países vecinos son claves para España. La península ibérica tiene un grado de interconexión con el sistema europeo muy inferior al del resto de países de la Unión Europea, lo que le impide acceder en igualdad de condiciones a los beneficios de las interconexiones eléctricas en términos de eficiencia y optimización de recursos.

Se calcula que los ahorros generados para España por la interconexión Santa Llogaia-Baixas han sido de 327 millones de euros: 157 millones de euros más que el coste asumido por los consumidores españoles (270 millones de euros), lo que demuestra la amortización del proyecto en términos económicos.

Además, esta interconexión ha permitido incrementar los intercambios físicos de energía eléctrica en un 90%, lo cual tiene un incremento directo tanto en competencia y eficiencia como en optimización de la integración y aprovechamiento de generación renovable y libre de emisiones.

También está sobre la mesa un nuevo proyecto de interconexión con Portugal por el sur de Galicia. Este proyecto de interés comunitario, que actualmente se encuentra en proceso administrativo para su aprobación, ayudará al país luso a conseguir el objetivo del ratio del 10% de interconexión sobre su potencia instalada y reforzará, sin duda, el mercado ibérico de la electricidad.

Diez años de Inelfe

Inelfe (Interconexión Eléctrica Francia-España) se constituyó el 1 de octubre de 2008 como una sociedad conjunta, participada a partes iguales por las empresas gestoras de la red de transporte eléctrico de España y de Francia, Red Eléctrica de España y RTE (Réseau de Transport d’Électricité).

Su objetivo inicial era el de poner en marcha el primer proyecto de interconexión subterránea entre ambos países a través de los Pirineos orientales. Ahora su misión se ha ampliado para hacer posible la construcción y puesta en servicio de las interconexiones eléctricas entre los dos países.

Según el presidente de RTE, “Inelfe es una novedad respecto a la forma de abordar este tipo de  proyectos en Europa. Es un reto constante para los equipos de Red Eléctrica y RTE, superado a base de colaboración, flexibilidad y consenso para alcanzar una meta común. Así, por ejemplo, el proyecto de interconexión de Santa Llogaia-Baixas nos situó en la vanguardia tecnológica, constituyendo un hito de primer orden mundial”.

El presidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, también se refirió durante el acto a las oportunidades que las interconexiones representan para Euskadi. En este sentido, aseguró que “las interconexiones son un proyecto estratégico para Europa y para España, pero también para Euskadi. Una oportunidad para la industria vasca, que podrá participar en un proyecto puntero a nivel tecnológico y de vanguardia en colaboración con los grandes grupos europeos que desarrollarán esta infraestructura”.